UNA SEGADORA SE AMORTIZA EN UN AÑO
Fecha de publicacion: 
26 Abril, 2016 - 16:00
Un ensayo a campo realizado por técnicos de INTA Manfredi concluyó que en un campo de 60 hectáreas de alfalfa para la producción de ganado de carne, una segadora se amortiza en un año.

El estudio estuvo a cargo del grupo de técnicos del Módulo Tecnologías de Forrajes Conservados de INTA Manfredi, quienes evaluaron comparativamente el trabajo de una segadora y una cortadora rotativa tipo hélice.

La tecnología de las corta-hileradoras con acondicionador, conocida como segadoras, llegó a Argentina en la segunda mitad de la década del ’90 y desde entonces son muchos los estudios realizados sobre la conveniencia de su aplicación, las ventajas agronómicas y la amortización de los equipos. Sin embargo, hasta el momento no se habían logrado conclusiones claras y contundentes sobre la utilización de esta tecnología.

Federico Sánchez, técnico de INTA Manfredi e integrante del equipo que realizó el ensayo, explicó que la prueba comparativa entre ambas tecnologías se realizó en base a tres hipótesis fundamentales. “La primera sostiene que el sistema de corte a discos con cuchillas cortas de las segadoras acondicionadoras permite una mayor velocidad de impacto contra la pastura, lo que genera un corte neto de los tallos y, consecuentemente, un acelerado en la velocidad de rebrote, lo que repercute en el incremento de la producción de Materia Seca por hectárea”.

La otra presunción analizada es que “la barra de corte -compuesta de platos con cuchillas cortas- produce un mínimo repicado, contrario al de las hélices que poseen un diseño de dos grandes rotores con cuchillas largas -que al girar hacia adentro y en sentido contrario hacen que las cuchillas tomen contacto en más de una ocasión con el forraje-“. De esta manera, explicó Sánchez, “el repicado de la hélice deja el material con trozos cortos de tallos y gran cantidad de hojas sueltas que se convierten en pérdidas por la imposibilidad de ser recolectado por la máquina encargada de hacer el rollo, fardo o megafardo -rotoenfardadora o megaenfardadora-“.

Y por último, la hipótesis restante, establece que “las bandejas de corte de bajo perfil de las segadoras generan un flujo de forraje que permite el uso de los acondicionadores mecánicos, los cuales incrementan la velocidad de secado del material por dejar vías de escape abiertas al agua contenida en los tejidos” explicó Federico Sánchez. De este modo se acelera la pérdida de humedad de las pasturas tratadas, bajando la tasa de respiración y reteniendo mayor cantidad de nutrientes solubles, lo que se traduce en la disminución de Fibra de detergente Ácido (FDA) y Fibra de detergente Neutro (FDN), con un incremento del valor nutricional de los forrajes.

De esta manera sería simple pensar en la conveniencia del uso de cortadoras acondicionadoras, en el logro de forrajes conservados con menos FDN (que es la celulosa, la hemicelulosa y lignina presente en el material vegetal), más digestibilidad, mayor cantidad de Energía Metabolizable (EM) para producción de leche o de carne.

Gastón Urrets Zavalía, miembro del equipo que llevó adelante el ensayo, señaló que el principal objetivo de esta prueba a campo “fue transformar estas hipótesis, que hasta ahora son consideradas mitos o supuestos en la producción del heno sin conclusiones valederas, en ventajas probadas que muestren los beneficios de la adopción de segadoras con acondicionador”.

El ensayo fue realizado en la Estación Experimental Agropecuaria INTA Manfredi, sobre un lote de alfalfa sembrada bajo sistema de siembra directa en mayo de 2014, con una mezcla de variedades grupo 8. Para la prueba se utilizaron una cortadora desmalezadora tipo hélice y una segadora con acondicionador de arrastre, ambas de 2,8 m de ancho de trabajo y con el filo de las cuchillas en perfecto estado.

La prueba a campo se realizó durante los 5 cortes efectuados a la pastura en su primer año de producción y en cada fecha de corte se evaluó el rendimiento acumulado de la pastura, las pérdidas por repicado, las pérdidas por respiración post-corte y las pérdidas de nutrientes totales, las dos últimas tomando muestras que se enviaron al Laboratorio de Calidad de Forrajes de la Experimental Manfredi.

El ensayo logró demostrar que las tres hipótesis planteadas son tres beneficios reales y concretos que otorga el corte con segadoras con acondicionador, respecto a las hélices.

En primer lugar, explicó Urrets Zavalía, al trabajar sobre la primera hipótesis llegamos a la conclusión que “la segadora realiza un corte prolijo con mínimo deshilachado de los tallos, eso favorece el rebrote y la producción de forraje a lo largo del año con un incremento del 8% de la productividad de la pastura de alfalfa, otorgando una producción extra anual de 852 kg de materia seca por hectárea (MS/ha)”.

En el ensayo se puede ver la variación en el rendimiento de la pastura por efecto de la época del año y del efecto sobre el rebrote de cada sistema de corte empleado, con valores de rendimiento siempre superiores para las parcelas cortadas con segadora.

A esta ventaja hay que sumarle el menor costo de reposición que presentan las cuchillas de las segadoras, que son reversibles y pequeñas (facilidad de recambio), lo que posibilita trabajar permanentemente con un corte neto.

Respecto del segundo supuesto, sobre el repicado que ocasiona el trabajo de corte, Federico Sánchez manifestó: “Se llegó a la conclusión de que las segadoras logran un corte de forraje con mínimas pérdidas por repicado, dado que disminuye en un 62 % los trozos de tallos y hojas sueltas menores a 6 cm que quedan tirados en el lote y que no serán tomados por el recolector de la roto o megaenfardadora”. “La hélice, a lo largo de los 5 cortes evaluados, dejó 1.487 kg MS/ha tirados en el piso, mientras que la segadora solo perdió 568 kgMS/ha”, enfatizó Sánchez.

Debe aclararse que durante el corte del 21 de abril de 2015 se observa un incremento importante de las pérdidas por efecto del estado sanitario de las plantas (gran incidencia de mancha amarilla) con alta susceptibilidad a la caída de las hojas.

Pablo Cattani, asesor privado que integró el trabajo comparativo, explicó las conclusiones logradas en base a la tercera hipótesis planteada. El reconocido especialista explicó que “mediante el quebrado y aplastado de los tallos, los acondicionadores generan vías de escape al agua contenida en ellos, lo que permite disminuir el lapso de tiempo que transcurre desde el corte hasta que la humedad llegue al 50%, momento en que la planta continúa respirando y consumiendo azúcares que afectan la calidad final del forraje”.

“Queda demostrado en este ensayo que cuando se trabaja con una segadora con acondicionador, la pastura de alfalfa lista para henificar posee un 23.48 % de PB (Proteína Bruta) y 2.6 Mcal kg MS (Megacalorías por kilogramo de Materia Seca), respecto a la pastura cortada con una segadora donde la calidad promedio fue de 21.93% PB y 2.5 Mcal kg MS”, concluyó Cattani.

Los datos que se presentan a continuación muestran el acumulado de proteína bruta y las megacalorías de energía metabolizable por hectárea que se dispone al cortar la pastura con ambos sistemas.

Considerando la diferencia mínima que arrojaron los análisis de laboratorio, a lo largo de los cinco cortes, se obtuvo una diferencia de 557 kg PB y de 5.263 Mcal EM por hectárea listos para ser henificados.

A estos beneficios demostrados en esta prueba a campo, según el equipo de técnicos que llevó adelante el ensayo, hay que sumarle “la eficiencia de copiado de terreno que presentan las segadoras, lo que brinda uniformidad en la altura de corte y evita el daño a los meristemas de rebrote; y la capacidad para conformar andanas uniformes y menos densas por la facilidad de regulación de los faldones traseros, lo que mejora el secado”.

Aunque no existían fundamentos técnicos comprobados, la ventaja de la utilización de segadoras era conocida en la producción de heno, sin embargo Argentina aún está entre los países con menor adopción de segadoras acondicionadoras, dado que de las 900.000 hectáreas de alfalfa que se henifican en la actualidad el 69% es cortado con hélices, siendo el principal motivo de esta situación el costo de adquisición de una hélice, comparado con una segadora.

A partir de esta prueba a campo, donde quedan demostrados los beneficios del uso de segadora, se logra aclarar que la falta de adopción de esta tecnología es un problema financiero y no económico.

El dato inédito: la amortización de una segadora

El trabajo permitió además, llegar a una conclusión que hasta el momento no había podido confirmarse. Luego de ratificar los beneficios de la tecnología de segadoras con acondicionador, el equipo técnico del INTA hizo un análisis de amortización de la maquinaria adecuada. Con los datos obtenidos en esta prueba a campo, que arrojan que con la segadora acondicionadora quedan disponibles para henificar 11.780 Kg/MS/ha/año (con una EM de 2,6 Mcal/kg/MS) y con la hélice quedan disponibles 10.008 kg/MS/ha (con una EM de 2,54 Mcal/kg/MS), se observa que al utilizar una segadora se obtiene una diferencia productiva de 5.263 Mcal /ha/año adicionales para producción, lo cual se puede traducirse en 283 kg de carne.

Los técnicos del grupo de trabajo sostienen que “considerando el precio promedio de Índice General de Operaciones de Hacienda del Mercado de Linieres del día 6 de abril de 2016 de 22,5 $/kg, esta diferencia de 283 kg de carne/ha/año que otorga la adopción de segadoras acondicionadoras, se traducen en 6.367 $/ha/año de beneficio”. Teniendo en cuenta que según precios actuales de mercado los fabricantes nacionales comercializan cortadoras tipo hélices a valores promedio de $ 160.000 y segadoras acondicionadoras del mismo ancho de corte a $ 551.000; esos $ 391.000 que hay que desembolsar como extra al momento de efectuar la operación de compra, se recuperan tanto por la cantidad del forraje producido como por la calidad del mismo a lo largo del año cuando se henifican 61 hectáreas con 5 cortes”. Es decir, con el precio actual de la carne, la diferencia de precio entre una segadora y una cortadora tipo hélice se paga a las primeras 305 hectáreas de trabajo que realice la máquina.

Conclusiones de INTA Manfredi sobre el uso de segadoras