CRECE EL PICADO DE VERDEOS Y PASTURAS
Fecha de publicacion: 
12 Noviembre, 2014 - 19:45
Frente al inicio de la temporada de cosecha de forrajes, CLAAS y Forratec lanzan las nuevas jornadas Experiencia Forrajera, el 20 de noviembre en Ameghino y el 27 de noviembre en Sunchales. Novedades y tendencias de una actividad que avanza a grandes pasos.

Experiencia Forrajera llega en el momento justo. La primavera viene con una abundancia de humedad que hace esperar altos volúmenes de materia seca en los

cultivos forrajeros. Estar preparados para enfrentar de la mejor manera esta etapa del año resulta clave, y es por esto que vuelven a abrir sus puertas las tradicionales jornadas organizadas por CLAAS y Forratec, que se realizarán el próximo 20 de noviembre en Ameghino, provincia de Buenos Aires, y el 27 de noviembre en la santafesina Sunchales. Ambas con entrada gratuita y no se suspenden por lluvia.

En Ameghino, en el kilómetro 308 de la ruta 188, la jornada comenzará a las 9 y tendrá cinco paradas a campo de la mano de especialistas, con charlas y dinámicas forrajeras. En Sunchales, en el kilómetro 255 de la ruta 34, la cita también es a las 9, con tres charlas técnicas: “Eficiencia de conversión en sistemas lecheros de TMR parciales”, a cargo del Ing. Agr. PHD Fernando Bargo, “Consideraciones prácticas en el manejo de comedero de rodeos lecheros”, por la Dra. Paula Turiello, y “Cómo ser eficientes a la hora de realizar silajes”, a cargo de Patricio Aguirre Saravia, de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF).

Según las estimaciones, los mayores rendimientos de la cosecha forrajera de la campaña 2014/15 estarán acompañados por una mayor superficie destinada a estos cultivos y por un cambio en la participación de cada uno de ellos. José Costamagna, del equipo comercial de CLAAS, sostiene que “la superficie destinada a picado alcanzará el record de 2 millones de hectáreas totales, entre las que se destaca la mayor participación de los verdeos y pasturas, con alrededor del 20% del total del área forrajera. De esta forma, se consolida la tendencia creciente que viene registrando la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF). Los datos de la entidad señalan que la superficie total destinada a picado creció de 620.000 mil hectáreas en la campaña 2006/07 a 1.834.400 hectáreas en el ciclo 2013/14. En el mismo período, el área destinada a verdeos y pasturas pasó de representar el 8% del total al 18%.

“El crecimiento de los verdeos y pasturas es muy importante en las reservas anuales de alimento de los establecimientos, son cultivos que se adecuan muy bien a las rotaciones y el productor asegura una parte de las reservas en primavera, no quedando expuesto como única alternativa a las condiciones climáticas que enfrentan los picados de fines de verano y otoño, como es el caso del silaje de maíz”, explica Costamagna.

“Entre estos cultivos –agrega-, han crecido mucho la cebada y el trigo para el uso ganadero, que con las pasturas de alfalfa y consociadas construyen el total de las 400 mil hectáreas que estamos estimando para este año”.

A la hora de las recomendaciones, Costamagna recuerda que las leguminosas en general y algunas gramíneas al inicio de primavera tienen muy bajos contenidos de Materia Seca. Por lo tanto, necesitan un preoreo antes de confeccionar el silo. “De esta forma –agrega-, es determinante el tipo de equipos que tenga el contratista, ya que para obtener una alta calidad del forraje recolectado se requiere un buen sistema de segado e hilerado”.

“Hoy es fundamental trabajar con segadoras de cuchillas delgadas, con buen filo y de alta velocidad de rotación que provoquen un corte neto, que eviten el repicado y de esta forma logremos llevar al silo la mayor cantidad de hojas posible en el caso de las leguminosas, factor determinante en el contenido proteico de nuestra reserva”, explicó el especialista.

“Para el hilerado se destaca el trabajo que realizan los rastrillos de tipo giroscópicos –dice Costamagna-, ya que garantizan que no haya contaminación con tierra y reducen sustancialmente la pérdida de hojas”.

Por último, algunos factores importantes a considerar en la picadora: la correcta regulación del recolector en su presión de trabajo sobre el suelo, un adecuado ajuste de la longitud de corte en función de la humedad del forraje, hasta el uso y regulación de la dosis por tonelada de materia verde del sistema de inoculación, son algunos de los temas puestos de relieve por el hombre de CLAAS.

Tendencias tecnológicas

Costamagna destaca que en los últimos años se sumó otra tecnología a la confección de reservas forrajeras: el corte directo. Generalmente es utilizado en gramíneas que han alcanzado el contenido de materia seca adecuado. De esta forma, la picadora recolecta en forma directa el forraje, sin necesidad de cortar ni de hilerar. “Esta es una muy buena alternativa –explica Costamagna-, ya que evita la contaminación y el movimiento excesivo del forraje, a la vez que reduce el riesgo de la exposición del material cortado en el campo”.

“Vemos un crecimiento en la calidad de los forrajes ensilados –explica-. El productor apuesta cada vez más a la genética de los cultivos, al manejo de los suelos, a la fertilización, en definitiva a lograr mayores rendimientos, y los contratistas han acompañado esa mejora con más tecnología, tratando de preservar la calidad original de los cultivos”.

Costamagna señala que de los datos del servicio técnico de CLAAS se desprende que años tras año sigue creciendo el promedio de la superficie trabajada por cada máquina. “Pero además –agrega-, cuando se evalúa la cantidad de toneladas que fueron procesadas por cada equipo vemos cómo también sigue aumentando el rendimiento general de todos los cultivos”.

Esa tendencia positiva en la confección de reservas forrajeras sigue siendo acompañada por las innovaciones tecnológicas de CLAAS. La última novedad de la compañía es que incorporó el sistema Telematics a su línea de picadoras Jaguar. Este sistema permite conocer datos agronómicos y de funcionamiento del equipo en forma online. Los datos son transmitidos por la máquina y permiten analizar el rendimiento de los cultivos a través del mapeo de los lotes. También permiten tomar decisiones respecto de la logística del equipo.